Día Mundial del Reciclador: Bogotá reconoce la labor de los recicladores de oficio

En el año 2008, en el primer Encuentro Internacional de Recicladores convocado por la Asociación de Recicladores de Bogotá – ARB, se oficializó el 1 de marzo como Día Mundial del Reciclador. Esta fecha coincide con la triste recordación de una situación inaceptable ocurrida hace muchos años en contra de un grupo de personas dedicadas a esta actividad y que nunca podrá repetirse, pero que hoy nos motiva a exaltar la labor del reciclador de oficio en Bogotá y su contribución a la preservación del medio ambiente. 

La Administración distrital reconoce el trabajo de miles de personas que se dedican a separar, seleccionar, embalar y comercializar materiales reutilizables o reciclables y a aquellas organizaciones que han logrado un nivel de industrialización y procesamiento para reincorporar estas materias primas a nuevos procesos productivos.  Para todos ellos, el mensaje de admiración es la certeza de que nuestra determinación de generar un modelo de economía circular en la gestión integral de residuos sólidos en Bogotá mejorará sustancialmente la condición económica y social de los recicladores y reducirá progresivamente la cantidad de materiales disponibles en el Parque de Innovación Doña Juana.

A pesar de la intensa labor de este ejército de personas que trabajan en la recuperación de materiales generados en domicilios, comercios e industrias, hoy Bogotá transporta y dispone en tecnología de relleno sanitario cerca de 6.000 toneladas diarias, generando impactos negativos en el medio ambiente por la emisión de gases de efecto invernadero y otras afectaciones al recurso hídrico y a la calidad ambiental urbana. Nuestra meta es incrementar sustancialmente el aprovechamiento de materiales mediante la acción ciudadana de separación en la fuente y tecnología que optimice el trabajo de los recicladores.

Sabemos que hay grandes espacios de mejora y acudimos a la colaboración de todos los habitantes de Bogotá, para que evitemos generar puntos críticos de arrojo clandestino, informemos a las autoridades sobre situaciones que alteran la limpieza de nuestro espacio público, recuperemos las buenas prácticas de cultura y aseo, y, ante todo, separemos en la fuente los residuos para facilitar la labor de los recicladores. 

¡Muchas gracias por su trabajo!