El Teatro Libre nos invita a la obra "Un hombre es un hombre"
El Teatro Libre nos invita a la obra "Un hombre es un hombre"
El grupo Teatro Libre está en temporada de la obra "Un hombre es un hombre" y tenemos 10 entradas dobles para la obra del día jueves 9 de noviembre a las 7:30 p.m. en la Calle 12B No. 2 - 44.
Las 10 primeras personas que envíen un correo a talentohumano@idartes.gov.co con los siguientes datos, serán los ganadores.
- Nombre
- Número de cédula
- Área a la que pertenece
Acerca de la obra
Un hombre es un hombre (1926) cuenta la historia de un estibador en la India que es engañado por unos soldados británicos (la obra ocurre durante la ocupación británica en el país asiático), que lo necesitan para reemplazar a un compañero que perdieron por intentar robar una pagoda. El estibador no sabe decir que no y, mediante un negocio falso, se deja transformar en el soldado más feroz del ejército.
Bertolt Brecht, el principal dramaturgo alemán, no entendía el teatro sin su función didáctica. Para él, era necesario que las obras que escribía dijeran algo que podía ser útil para los espectadores. Por lo general, lo que él buscaba era que las personas que asistieran a sus montajes se preguntaran por lo que veían y lo confrontaran con su realidad inmediata.
La obra está escrita como una crítica a la guerra: descubre su sinsentido, muestra su brutalidad y la capacidad que tiene de convertir a las personas, hasta casi quitarles su capacidad de razonar, para su beneficio. Brecht participó de la Primera Guerra Mundial y había visto sus consecuencias. Vivió el empobrecimiento de su país luego de la guerra y el enriquecimiento de las naciones victoriosas, y entendió que cada enfrentamiento bélico es, en últimas, un negocio. Por eso, para reclutar al protagonista, cuyo nombre es Galy Gay, en el ejército lo envuelven en un negocio: la venta de un elefante falso.
Brecht, sin embargo, no pretende quedarse en una crítica y, al poner a sus personajes a repetir “un hombre es un hombre”, hace que la obra se pregunte qué es un hombre. Y, sobre todo, cómo es el hombre moderno. Brecht afirma que este hombre ha sido, gracias a las guerras y la codicia, deshumanizado. Y él propone que el hombre de hoy tiene que ser como Galy Gay: un hombre sin personalidad y capaz de dejar de ser quien es si lo necesita.
Brecht espera que el público se pregunte si vale la pena perder la individualidad y la humanidad, por la guerra. En un país como el nuestro es válido preguntarse para qué la guerra y cómo somos gracias a ésta.